"El deber principal de un pensador es entender ... y contarlo."
Eso casi nunca es fácil. No solo porque exige talento; también exige coraje. Quiero decir que entender es peligroso, que quien se atreve a entender y a contarlo se arriesga a ser malinterpretado, atacado, acusado de traidor y de revisionista, que es la injuria habitual de los conformistas y los timoratos contra quienes no se resignan a la ortodoxia embustera de los lugares comunes. ...(JAVIER CERCAS)
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