Para Kierkegaard, el cristianismo es, a la vez, necesario e imposible.
..Sin el cristianismo la vida no tiene sentido, pero no es posible ser cristiano en sentido auténtico. ... El cristianismo tal como se vive es una profanación del verdadero cristianismo y, a ojos de Kierkegaard, los representantes oficiales de la Iglesia son precisamente los mayores profanadores, aunque estén convencidos de encarnar adecuadamente el cristianismo. ...
Pero, si es imposible practicar el verdadero cristianismo ¿cómo vivir una vida auténtica, si se debe vivir cristianamente? De ahí la angustia existencial de Kierkegaard: Kierkegaard es un cristiano cuya fe desespera. ... (JEANNE HERSCH: El asombro filosófico, 1981)
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