...Toda nuestra felicidad y toda nuestra desgracia provienen de cosas, ideas y seres que nos afectan, para bien o para mal.
...Un encuentro feliz y armonioso, que convenga a nuestra naturaleza, aumenta nuestra capacidad de ser y de actuar, y procura unos sentimientos positivos (alegría, confianza, amor).
...Un encuentro desgraciado, inadecuado, desvalorizante, perjudicial, disminuye nuestra potencia y nos sumerge en afectos negativos (tristeza, miedo, culpabilidad, odio, etc.).
...Podemos dejarnos llevar por la suerte, pero también podemos intentar controlar nuestro destino. ... Como decían nuestros padres cuando éramos pequeños: "¡Vigila con quién andas!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario