sábado, 19 de julio de 2025

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Hemos entrado en la era del populismo capicúa.

...El populismo capicúa es el que practican los líderes que consiguen que les voten los más ricos y los más pobres del país. (...) Tienen una habilidad particular para conseguir que los más pobres les aplaudan las medidas que toman a favor de los más ricos. 
(...) El ejemplo más notorio es el de Donald Trump, el cual, so pretexto de hacer a su América great again, consiguió que millones y millones de pobres nostálgicos le votaran, para volver a esos tiempos en que no eran tan pobres... y, por supuesto, también le votaron los millonarios y sus gerentes y sus diversos seguidores, porque les prometía todo lo mejor. 
(...)Desde entonces, las votaciones capicúas se repitieron con éxito en Italia, Hungría, Brasil, Ecuador y... la Argentina. (...) Y, sin éxito final pero con toda la intención, en tantos otros sitios, incluidos Francia, Alemania, España y Portugal. (...) Son millones y millones eligiendo a uno que —los— reprimirá, porque confían en que los reprimidos serán otros. Millones y millones eligiendo a uno que —les— bajará los salarios, porque confían en que los rebajados serán otros. Millones y millones de pobres votando lo mismo que los ricos que los empobrecen: más y más países capicúa surgiendo como hongos en los mapas mohosos.
(...) Es la primera vez —al menos, desde que hay elecciones que permiten comprobarlo— que los más ricos y los más pobres están de acuerdo en elegir un mismo proyecto, un mismo gobierno. La base social de estos gobiernos, de este momento histórico, es capicúa, y desafía los mitos con que solíamos explicar la historia. En el medio, perplejos, estamos muchos de los que creíamos que eso no era posible o que, si acaso, es un error. (...) Así estamos ahora, capicúas: que la cabeza se nos parece bastante al culo, y viceversa.

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